la mujer que re-inventó Montauk

 A mí no me gustaba demasiado acostarme con desconocidas. Era una forma cómoda de satisfacer el deseo sexual y, además, disfrutaba abrazando a una chica, acariciándola. Lo que odiaba era la mañana siguiente. Al despertarme, encontraba a una desconocida durmiendo a mi lado... Al rato, la chica se despertaba y buscaba la ropa interior por la habitación. luego, mientras se ponía las medias, decía: '¿Tomaste precauciones? Porque estaba en el día del mes más peligroso...'. Después se dirigía al espejo y, rezongando que le dolía la cabeza o que el maquillaje no lo arreglaba aquella mañana, se pintaba los labios y se ponía las pestañas postizas. Lo odiaba. Volvía a la residencia lleno de odio hacia mí mismo. Odio y desilusión. (H. murakami)

 Al igual que muchas parejas que han crecido juntas,  mantenían una relación muy abierta y no sentían unos deseos muy fuertes de estar a solas.  (H. Murakami)

Algunas operaciones no tienen solución. Por mucho que diga la maestra o el cuadernillo de problemas. A veces los martes llegan los lunes. No importa. Pero otros se alargan hasta el viernes. Y eso, acaba pasando factura. Puedes llegar incluso a olvidar que eres una loba macabra y que no te gustan las tartas de fresa. Que afilas los dientes contra cualquier nube que ose rozarte. Y te rompes en unos cuantos segundos. Tu cerebro se parece a una estación de tren en hora punta. No sabes quién viene y quién va. Así que te quedas quieta, muy quieta. Apretando fuerte una maleta que ni siquiera sabes si es tuya. Porque si no tiene nombre, no (te) reconoces. Presión parpádica. Quieres cerrar los ojos para no verlo, como si a oscuras los pensamientos no tuvieran lugar, o pudieras barrerlos o retrasarlos, como trenes, a tu antojo: 'Qué miedo da ver cómo alguien (te) crece en la cabeza  al mismo ritmo que tus pasos te alejan'

 Soy de esas personas  que no acaban de comprender las cosas   hasta que las escriben.

Nunca he mentido. (Y) sólo he disimulado por amor. Maquillaje contra el miedo. Ridículo. Ridícula de mí. Pero merecía la pena. Lo pensaba entonces mi yo de entonces. Lo piensa ahora mi yo de entonces ...y de ahora. Al principio me parecían idiotas. Al final me parecían yo misma. Querer como revolución. Me sigue pareciendo algo increíble el magnetismo que puede llegar a suponer un beso. No (querer) olvidar nunca. ¿Hay mejor gesto de amor? No. Porque ni siquiera se pretende nada.

Botón va, botón viene. Botón en llamas. Apretujones en un baño que apesta a ambientador. Proposiciones de matrimonio de tipos a los que sus madres compran la ropa interior. Na-nai. Chato. Aféitate. A lo mejor te la chupo. Pero no esperes mucho más. Mi nivel de locura supera tu imaginación. Cuando miro tu entrepierna pienso en la muerte. No en la mía. Sino en la de otro. Otro, atropellado por un autobús. Lo raro es que yo no conozco a ningún otro. (Y tampoco debería importarme) Además, no tengo branquias. A la gente le gustaría tener alas. A mí también. Pero me quedo con las branquias. Tela de araña. Rodillas de plástico. Ir deprisa. Tropezarse. Agarrarse a una barba. Despellejarse. Aullar. Cortarse las uñas. Ventas. Bigotes y mentiras. Ondas en el pelo. Pingüinos. Apertura de piernas. Conquista de hombros (los míos) y de hombres (los demás)

A veces sólo quieres un hombre que me abrace y te mienta. Que baje la persiana para que parezca que amaina la tormenta. El viento se calla por miedo. A una mirada (furiosa) El cielo se mueve... la gente sale de edificios. ¿Quién es lo bastante fuerte para sobrevivir? Tengo 3 bragas en un cubo, una cerveza sobre el mantel y las piernas desnudas. La falda trepando. Suspiro, pero sin lágrimas. Crunch, crunch, crunch! Estoy comiendo. No te importa un pimiento (qué) De pequeña quería ser astronauta. De mayor, un poco, también. ¿Por qué me aburro de los hombres? ¿Por qué se ofenden ellos y se quieren vengar? Soy alcohólica. No bebo casi nunca. Pero lo importante es que lo hago para curarme. Como salvavidas. Soy la protagonista de una historia mediocre que gusta a las remilgadas, a las histéricas, a las frígidas y a ningún loco (de rigor)

 Vamos por un rincón cualquiera del mundo y nos topamos con unas ami-conocidas suyas... - Bla, bla, bla ... Ésta es Be, mi pareja. - Aaaa... bbb... lii... encantada. (Menos mal que no se esperaba gran cosa de mí más allá de los dos besos de rigor) Las dejamos atrás. Y reacciono. - ¿Por qué les has dicho eso? - ¿Eso? - Que soy tu pareja. - No entiendo - Jajaja, ¿(desde cuándo) soy tu pareja? - Mira Be, si tú no quieres dar explicaciones a tus allegados ni estrechar vínculos ni mezclar espacios porque te agobia pensar en relaciones, planes, compromiso, etc; porque tienes miedo de que me haga grande y no te dé igual que me vaya, porque te 'pica' pensar que no te acostarás con otr@s (aunque sea absurdo porque ya no lo haces... y no lo haces porque no quieres. a pesar de reclamar (y tener) esa libertad). Si prefieres presentarme como 'un amigo' cuando nos cruzamos con alguien tuyo por la calle... por mí está bien. Pero tú y yo desayunamos junt@s cada fin de s

 A veces los hombres* se van.  Aunque te quieran.  (Igual no saben qué decir...) ¡Qué le vamos a hacer! *Hay mujeres que también se van. Te muerden el corazón  y se van. Aunque te quieran. Ea!

 A veces me acuerdo de Jaime.  Tengo ganas de abofetearlo. Un poco de mentira.  Como en las pelis malas.  A veces pienso que mi madre se enamoró de él.  Lo habría entendido perfectamente.  Era esa clase de chicos.  No tenía pinta de ser bueno en la cama.  Pero seguro que daba mucho calor.  No calor físico, sino del otro.  Yo hubiera querido ser su novia.  Pero al parecer él nunca estaba con nadie.  Porque una vez lo estuvo y dejó de estarlo.  Hay gente que no sabe llevar estas cosas.  Igual por eso un día se tiró desde un balcón.  Yo, (ilusa?)  estaba convencida de que habría podido salvarlo.  Aunque no creo que me hubiera dejado.  Algunos son así de obstinados.

Mónica Mónica es preciosa, ya está dicho, y no camina sin su propio daño, pero de alguna manera su coraje navega más deprisa que su mala suerte, cosa que él le admira, y en sus enormes ojos negros existe la promesa de cosas mejores, cosas que ella misma se promete y promete a quien quiera escucharla, y es dueña de una fiereza que primero ofende y asusta pero que, intuye él, también consuela y arropa, y es mujer de hacer cosas, sin por ello dejar de sentirlas, y tiene ahora, en este territorio de lo imaginado en el que él todavía se mueve, la capacidad de sobrevivir y de contar con lo mejor de sí misma como aliado, cuando él, a día de hoy, ha contado casi siempre con lo mejor de él mismo como enemigo, de ahí que no sea tan extraño que la quiera, ni sea casualidad, ni capricho que la quiera tanto. (R.L.) Yo

 Domingo azul. Pómulos. Declaraciones de amor. Cerezas y gafas de sol. Acaricia mis suspiros y mi cuerpo

 Se dejó crecer los rizos y se quitó los calcetines. para siempre.  Empezó a escuchar rap y a subirse en tacones de 6cm para ver si conseguía otra perspectiva del mundo.  Dejó de comer queso porque le traía muy buenos recuerdos.  Y de sonreír porque sentía frío y, a veces, le provocaba un 'tic' en el ojo izquierdo.  Encontraba fascinante subir y bajar persianas.  Y apretarse el cinturón tres agujeros más  (Con lo que corría... ahora se lo podía permitir)  Los lunes echaba una mano en la asociación de afectad@s de alzheimer en su ciudad.  Porque necesitaba pensar que seguía siendo buena persona (a pesar de todo) y porque pocas cosas había más crueles en la vida que no recordar ese cumpleaños, el primer orgasmo, o aquellas risas con los alemanes.  Subía las escaleras de 3 en 3 porque los personajes interesantes en los libros y en las películas siempre andaban cargados de manías. Y ésta fue la primera que se le ocurrió (aunque la practicaba sólo cuando acordaba. que era

 Qué egoísta soy  Soy tan egoísta!  Él perdido en la otra parte del mundo.  Diciendo que cuando vuelva haremos lo que yo quiera  (que es mentira, que lo sé de antemano, porque lo que yo quiero  quería... no lo haremos. Pero eso ahora... hasta da igual)  Porque cuando llegue no le preguntaré por la comida, por los olores o la corteza de los árboles, ni por los dientes de desconocidos, ni por los elefantes...  Estoy deseando que llegue para preguntarle si me ha echado de menos.  Él dirá que sí, que mucho. Puede que muchísimo.  Tanto que el viaje haya acabado por no gustarle sólo porque yo no iba.  Y da exactamente igual el énfasis palabrero que le ponga al asunto... porque su cara, su cuerpo... será frío como una piedra del campo sobre un culo desnudo.  Y yo, no voy a creerme nada.

 -En cualquier caso, tú no estás hecha para traducir.  -Sí, ya me lo figuraba, pero... ¿por qué? ¿Es que no soy lo bastante precisa?  -No, no es eso.  No sé cómo decirlo.  No es que seas blanda, no.  No es eso.  Eres... demasiado benévola.  Te identificas demasiado con el texto, creo.  Por mucho que te esfuerces en mantener la distancia, una traducción acaba influyéndote y, en personas como tú, acaba teniendo un efecto negativo sobre el sistema nervioso.  -¿Estás segura?  -Mira, traducir una obra cuando se ha penetrado profundamente en ella es muy difícil.  Yo lo creo así.  Por eso, se convierte en algo odioso que hace sufrir.  A pesar de haber realizado este trabajo durante más de diez años, hay momentos de agotamiento.  Y en el caso de la traducción, se trata de un cansancio muy peculiar.  -¿Será por ir siguiendo paso a paso las frases de otra persona como si se trataran de tus propias ideas?  Tantas horas al día, como si el texto fuera tuyo.  Tu propio pensami

 No tengo miedo de competir. Es justamente lo contrario. ¿No lo comprendes? Me da miedo ver que acabaré compitiendo, eso es lo que me asusta. Por eso dejé el curso de teatro. Precisamente porque estoy tan horriblemente condicionada a aceptar los criterios de los demás, y precisamente porque me gusta el aplauso y que la gente me admire, pero eso no lo justifica. Me avergüenzo de ello. Me da náuseas. Me asquea no tener el valor de no ser nadie en absoluto. (Franny)

No podía creer que después de tanta intimidad.   Todo Pudiera acabar así.  Tan rápidamente.  Tan lejos.

Crazy girl loving writing. Starings. A beautiful boy. Writing instead of talking. Drinking. Messing things up.   I  understand why you said I should watch it . You sensed me in her. (Me too). You know me better than expected. Hope everything's ok there. Miss u a lot. A huge lot. Lo que más me ha gustado son los momentos de despedida. Los rostros serios. Los silencios. Las distancias. Como si nunca hubieran follado. Como si no se quisieran. Asientos enfrentados en el metro... separados en el tren. Como si todo hubiera sido una mentira. (¿Curarse en salud?) Perderse al recuperarse a un@ mism@. Seguir adelante como si la cercanía no existiera, como si ese momento tuviera la culpa. Como si ya no nos importara(mos). Como si no hubiera tenido sentido. Como devolver una carta que echaron en nuestro buzón por error. Y estar con otr@s. Reír, beber, follar. Colgar. Una y 100 veces. Y seguir pensando, sintiendo.  A escondidas. Saber que no se va. Que sig

Por la noche bajó a cenar a un restaurante peruano,  pero se arrepintió en cuanto llegó la comida y apenas desordenó el plato,  tratando de ocultar la máxima cantidad de arroz posible  bajo la cuchara  como hacía cuando niño,  cuando trataba de engañar a su madre,  simulando comer lo que en realidad no había comido.  Al salir del restaurante llamó Mónica,   pero no cogió el teléfono.  Esperó a que dejara de sonar y después mandó un mensaje:  TE QUIERO (R.L.)

 A una chica que no soy yo le dio envidia lo que no vio en la foto y se preparó un baño.  Se recogió la melena de leona y se quitó toda la ropa (obvio, sé)  Sal, magnesio, aceites varios y algas.  Cortó las hojas en forma de estrellas, triángulos, corazónes, etc... mientras se llenaba la bañera y bailaba con Bowie con los pechos revoltosos como flanes.  Y el culo apretado. Como aprietan el culo las chicas que no soy yo.  Al agua pato!  Se miraba en el espejo que alguien (que no soy yo) había colocado estratégicamente frente a la bañera y vio lo que le faltaba a la foto: sonrisa, miradas como cerezas entre dientes clavándose, hoyuelos y mejillas brillantes como manzanas.  Y... (se) colocó las hojas por el cuerpo:  hombro, pezones, costado derecho, muslo izquierdo...  Como un sushi bar.  Como un camino de miguitas imposible de resistir.  Tenía la ventana abierta de par en par por el calor y empezó a reírse como una idiota imaginándose volcada sobre ella entre gotas y olor a

 Creo que hay por ahí una mujer agradecida  porque yo me apartara del camino.  Pese a lo que pareciera, no lo hice.  Así que ella me pegó un (suave) empujón.  Yo habría hecho lo mismo.  Y podría perdonarme. Pero a ella no.  A ella no la perdono.  No es que no pueda.  A veces siento ganas   (de dedos, que no de cabeza)  de tirarle del pelo.  Como las niñas.  Siempre he odiado esa forma de pelear.  Me parece absurda.  Pero mi única forma de interactuar con ella sería ésta.  (Creo que no se merece más)  (Ni yo tampoco)  El hombre con el que se acuesta es al que yo quiero besar  casi cada noche.  Él me libró de puzzles absurdos y  también de mi maldito orgullo.  Me gusta la gente que predica con el ejemplo.  Creo que por eso voy a concederle  el beneficio de la duda.  Y abrazos como un cheque en blanco.

Pendant qu'on est separé, je veux dire, pendant qu'on n'est pas ensemble... c'est pas important pour moi si tu vas voir d'autres femmes. Je n'aurais pas besoin. On ne sait jamais. Je préfère que tu ne m'en parles pas, ça sera ton secret. L'important c'est que ton coeur reste doux... parce que s'il reste doux, je sais que je ne te perderai jamais. (L.Ch) Moraleja: no me sientan bien los coches que invaden aceras

 He tenido orgasmos. Animales.  He besado dejando(me) vencer.  He mordido. He invadido. He aullado.  He mirado abriéndome las entrañas y las piernas.  He abarcado como pulpo. He permitido.  He conquistado camas, tranvías, ascensores, encimeras y castillos.  He pedido lenguas. Y perdón.  He dicho 'te quiero' sin mentir.  Me he callado más ('te echo de menos') de la cuenta.  Tengo la manía de esperar. (Ya ni aspiro a librarme de ella)  Aun cuando las respuestas son silencios.  Como cuando vengo cada día a sentarme a tu lado.   y antes de irme te dejo una nota:  'Podría enamorarme una y mil veces de ti'  No sé si le echo valor o leña al fuego.  Pero igual un día te acabas viniendo conmigo.  Y si no... siempre (me?) quedará Portugal en septiembre.

me gustaría emborracharte para que no pensaras tanto para que no tuvieras miedo para que no le dieras importancia a ahogarnos juntos. sé que piensas que sería algo insalvable. no sé. puede que tengas razón.

 Recuerdo un tiempo en el que sentirme diferente... me provocaba tal ansiedad.. que tenía que subir montañas.  Intentaba pensar que era cuestión de tiempo.  Como el momento en que te salen las tetas. A unas les pasa a los 9 y a otras a los 16.  Pero no. Igual que a todas, las tetas, no les salen igual... cada un@ crece lo suyo.  Por dentro y por fuera.  Yo nunca seré jugadora de baloncesto. Otr@s nunca tendrán neuronas.  Las cosas son así.  Y los grupos son de tamaño parecido.  Cuando tenía quince años me sentía literalmente como una puta extraterrestre  (entendiendo puta como adjetivo de)  Las miradas de l@s demás ayudaban a alimentar la sensación.  Estaba convencida de que sería un sentimiento que me acompañaría muchos años.  Tenía tanto miedo a la soledad... que me ahogaba.  Medité el asunto y decidí evitar.  Me disfracé. Si algo se me da bien es eso.  Me rodeaba de gente. De todo tipo.  Escuchaba sus estúpidas conversaciones. Y me esforzaba por que me gustaran.  P

Los perros miran al este. Casi como mis rodillas. Y en mi jersey las rayas parecen multiplicarse sin parar. Estoy cansada de tanto (re) correr. A veces soy muy bruta. Pero creo que esos momentos de descontrol son lo mejor de la vida. Lo mejor de mí. Aunque no salga bien. Como ayer. Me aprieto fuerte el clítoris. (remedio infalible para miedos varios) Respiro a campo abierto y busco el punto de apoyo en cualquier esquina. Guardo la timidez en un cajón y castigo al orgullo mirando a la pared. Doblo rodillas (esto es básico para las cosas importantes) y tarareo el estribillo de esa canción para ponerme a tono. 1-2-3-... y lo hago. Sea subir al escenario, robar un beso o marcar un nº de tlf. Siempre... siempre imagino miles de opciones. Pero resulta que al final no había previsto la buena. ¡Ni siquiera descolgó! Y ahora mismo recuerdo unas palabras  que oí hace poco (hablando de Dylan): 'Puede pasarse años sin cog

 Tumbada en la cama.  Con la cabeza atontada por mezclar cervezas y cocktail.  La chica de la barra lo había preparado para ella.  Imposible decirle no a esos ojos.  Esos ojos...  Sentía que las pestañas le pesaban como alas gigantes y los labios le picaban como guindillas.  Los sentía abruptos, henchidos, mentirosos.  Pasó las yemas de los dedos (suavemente) por el labio inferior  pellizcando  y se le escapó un suspiro.  Cerró los ojos y notó un escalofrío Esos ojos...  abriéndose paso  como las ramas de un árbol.  Ahí estaba el lunar mediando entre los pechos.  Y los pezones adivinándose bajo la camiseta.  Estaba ansiosa por colarse. acariciarse. Esos ojos...  Su piel fría y suave llamaba al abordaje.  Los dedos parecían tener claro el camino de la expedición.  La intensidad era distinta.  Multiplicación exponencial.  Fuegos artificiales en 10D; Esos ojos...  una dimensión  por cada dedo.